Los ingleses de Triumph han decidido plantar cara directamente a vacas sagradas de la vertiente turística, como las BMW R 1200 RT, K 1200 GT o la Yamaha FJR 1300 por citar algunas. Y para ello qué mejor que presentar una nueva variante su modelo Sprint (la versión deportiva ST sigue en catálogo, de momento). Así nace, por tanto, la nueva Triumph Sprint GT.
El patrón de corte de esta Sprint GT es evidente que ha sido el de la propia ST, aunque con unas líneas más estilizadas y menos angulosas. Menos radical, vaya. Buena muestra de ello es que desaparece la triple salida de escape del colín (una de las más originales del mercado) para adoptar una totalmente convencional por el lateral derecho.
El motor sigue siendo el mismo tricilíndrico transversal de 1.050 c.c., aunque ahora gana 5 CV, quedándose el total en 132. Al parecer, se ha hecho mucho más hincapié en aumentar el par a medio régimen (108 Nm. a 6.300 rpm.) que en lograr una mayor potencia máxima. Al fin y al cabo, los usuarios de este tipo de motos tampoco van siempre estrujando el cuentarrevoluciones.
Como no podía ser de otra manera en una moto de corte turístico, incorpora de serie maletas laterales de gran capacidad (31 L. cada una), y frenos ABS. Opcionalmente, existe un baúl trasero con espacio para albergar dos cascos integrales (obsérvese en la primera imagen) y con toma de corriente para cargar un móvil, iPod, ordenador portátil o cualquier otro aparato electrónico.
En la parte ciclo, el basculante es ahora más largo, y la distancia entre ejes ha aumentado en 80 mms. para mejorar la estabilidad. Los discos de freno y las pastillas también son nuevos para rebajar el peso e incrementar el mordiente.
Estéticamente, la parte delantera ahora adopta lámparas multiconvex, y a mí me inspira un cierto aire a Aprilia RSV4, aunque más aburguesado. El cuadro de relojes también ha sido modificado, aunque se sigue manteniendo el esquema de los tres círculos (en el modelo ST todo hacía referencia al 3: tres faros, tres relojes, tres cilindros y tres escapes; he ahí su gracia, ahora perdida con la GT).
La parte trasera, liberada ahora de los escapes, recibe un piloto de diodos led de reducidas dimensiones (y un poco insulso a mi gusto) y unas enormes asas para el afortunado pasajero de viajes.
En definitiva, Triumph nos brinda un nuevo modelo con el que poder disfrutar de la carretera en rutas tan largas como queramos. Quizá debamos lamentarnos de que su estética se haya vuelto un tanto «estándar» y haya perdido bastante sabor, pero probablemente eso es lo que demanda el público de este tipo de máquinas. Al margen de esto, con el propulsor ya conocido y las nuevas mejoras en el par motor seguro que es una gran moto para viajar. Estará disponible en España a partir del 21 de junio de 2010 en azul metalizado Pacific o plata, a un precio de 13.695 €.
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